dimarts, 30 d’agost del 2011

Si es toca es vota


Aproximadament viuen al nostre país uns 30 milions de ciutadans que no van votar la constitució a l’any 1978. La raó no és pas política, es biològica. O bé no eren majors d’edat o bé ni havien nascut. A finals del segle XVIII, Thomas Jefferson va preveure que aquest fet representaria un problema de legitimitat i va proposar les ratificacions periòdiques de les constitucions. Aquesta idea mai no es va dur a terme.

La Constitució basa la seva legitimitat superior en la sobirania popular, en el poder constituent. Però, què queda d’aquest poder constituent? Ara per ara només queden menys de 15 milions de ciutadans que van poder votar la Constitució. La resta no hem pogut decidir, ni ho podrem fer a curt termini. A la pràctica, doncs, es tracta d’una legitimitat més tradicional (pel pas del temps i la configuració del sistema polític en torn de la Carta Magna) que no pas democràtica. Això ha fet que la Llei de lleis sigui intocable i sagrada (per raons més polítiques que jurídiques).

Vista la lògica emprada fins ara no ens pot estranyar que la reforma de l’art. 135 per establir un sostre de deute no vulgui ser ratificada per mitjà d’un referèndum popular. L’argument no és gaire sorprenent tampoc, si l’article 135 no es troba en la part de la Constitució que exigeix una reforma amb ratificació de la ciutadania no cal fer-la. El raonament, de nou, és tradicional i no democràtic. Rere de tot plegat es troba la por a convocar un referèndum i perdre’l davant una ciutadania que s’ha anat emancipant de les opinions partidistes amb una gran celeritat a partir del 15-M.

La Carta Magna és la Llei de lleis, és la font i el cim de tot l’ordenament jurídic de l’Estat. Algú pot arribar a pensar que no és un document prou rellevant i vinculant com per ser ratificat qualsevol modificació del mateix? Si la Constitució es toca, s’ha de votar.

És per això que s’ha de demanar al conjunt de la ciutadania que es mobilitzi, que contra els arguments tradicionalistes amagats sota raons jurídiques confrontin l’esperit democràtic i participatiu. Els joves formem part d’una generació que haurà de pagar la factura dels politicastres actuals si no fa res per impedir-ho.

La democràcia no és una carta blanca dels governs per utilitzar la seva majoria com vulgui durant 4 anys. Ha d’haver una rendició de comptes i aquí és on ha d’entrar tota la indignació acumulada des dels inicis de la Transició. En un sistema que funciona a partir de majories no té cap sentit que els canvis constitucionals (que exigeixen grans consensos) siguin pactats i ratificats per dos dirigents polítics sense informar ni als seus partits ni a la ciutadania.

dimecres, 29 de juny del 2011

¿Por qué no hubo debate del Estado de la Nación?


Retomo este abandonado blog después de una intensa precampaña y campaña electoral para las municipales. Lo bueno de no tener prácticamente lectores es que éstos no te reclaman entradas nuevas ni opiniones para temas diversos y, en muchos casos, desconocidos para alguien como yo.

Afortunadamente, el hecho de no escribir aquí no implica que no haya literatura de mi puño y letra pululando por ahí. Ha sido justo lo contrario, he tenido la suerte de poder contribuir a la redacción de dos programas electorales: uno para la Federación del Baix Llobregat y otro para mi Agrupación de la Joventut Socialista de Catalunya. Como único apunte al respecto (y para que no parezca que me doy autobombo) sólo decir que ambos programas siguieron la tónica general y fueron superiores en propuestas a los del partido. Esto es un hecho que suele pasar en todas las formaciones políticas, somos los jóvenes los que tenemos ideas frescas para aportar y manos libres para plasmarlas.

Después de esta obligada (que no relevante) introducción entro al trapo con el tema principal de hoy: el debate sobre el estado de la nación (entendiendo nación como una licencia literaria comúnmente aceptada para evitar la redundancia de la expresión que sería más adecuada “debate sobre el estado del estado”).

No quiero aburrir vertiendo opiniones a granel como sería típico y como hemos ido viendo y oyendo en estos últimos dos días. Mi opinión sobre el debate es que no existió. En estos dos últimos días no ha habido debate, tan sólo una concatenación de mítines electorales donde no ha habido análisis de la situación ni diferentes propuestas de salida a la crisis (como sería de esperar).

La pregunta clave, a mi modo de ver las cosas, es: ¿por qué no hubo debate?

La respuesta, como no, debe buscarse en los clásicos (por relevancia más que por antigüedad) y deben adaptarlo a cada situación los tipos con tiempo libre para hacerlo.

En este caso, el autor clásico es Habermas y el tipo con tiempo libre soy yo, como no podría ser de otra manera.

Según este autor existen varios requisitos para que pueda existir el diálogo en política. Sin éstos, hay una quiebra (más moral que material) en un sistema como el democrático que, en teoría, se basa precisamente en aquello que no hemos visto en los últimos dos días en el Congreso.

El primer requisito para el diálogo es la llamada totalidad. Ésta se basa en tratar como iguales a todos aquellos que tengan algo que decir, alguna idea que aportar. En el Congreso no se produce este hecho puesto que directamente no hay ideas a debatir. ¿Cuántas veces se han visto respuestas preparadas y escritas a ordenador cuando aún no se habían formulado las argumentaciones a las que se pretendía rebatir? En nuestro Congreso no se trata por igual a los que tienen ideas puesto que nuestro poder legislativo tiene tanta actividad ideológica como el mostrador de la oficina de Correos. De hecho, tiene una actividad muy parecida, certificar, acreditar y hacer llegar aquellas decisiones que se han tomado desde muy lejos del hemiciclo. Lo que podemos ver por la televisión es un diálogo de besugos entre gallinas sordas que cacarean sin saber que el resto no las escuchan. Cabe decir también al respecto que cada gallina, además, tiene un tiempo tasado en función de los huevos que fue capaz de incubar en las últimas elecciones.

El segundo requisito es la autonomía. Al oponente hay que dejar que se exprese sin censura. Si no hay censura debe haber respeto y tolerancia, que a su vez llevan al silencio para escuchar lo que el asesor de turno le ha puesto por escrito al orador X. Pedir silencio en un gallinero es de locos y sólo se le puede ocurrir al Presidente del Congreso (cuyas funciones son algo más complejas que las de mantener el orden en la Cámara Baja).

El tercer requisito es la empatía. ¡Ay¡ La empatía… Es lo que faltó el primer día de debate a todo aquél que abandonó el hemiciclo para no volver jamás justo cuando empezó a hacer uso de su turno el diputado Duran i Lleida. Es comprensible que un diputado tenga necesidades profesionales y biológicas pero éstas deberían ser puntuales y mejor organizadas. La imagen que dan es de una prepotencia bipartidista que recuerda a la época de la Restauración.

El cuarto requisito es la neutralización del poder. No se puede hacer política con quienes imponen por la fuerza sus planteamientos. La mayor parte de las reformas que está llevando a cabo el Gobierno de José Luís Rodríguez Zapatero están impuestas a la fuerza y bajo coacción de organismos internacionales. Éstos están más interesados en mantener el tinglado que les legitima en su puesto que en valorar lo más conveniente para cada caso concreto. A todo esto la oposición mira el desgaste del Gobierno como mira una gallina a otra herida justo antes de empezar a picarle la hemorragia hasta acabar con su vida.

El quinto y último requisito es la transparencia. Los partidos políticos no deben esconder sus verdaderas intenciones. Lo hizo el PSOE al ocultar y negar la crisis, lo hizo CiU al congelar el anuncio de recortes hasta pasadas las elecciones municipales y lo está haciendo el PP al ocultar sus planes neoliberales. No es que no se quieran tomar medidas impopulares, es que no se quieren anunciar. Esto es fruto de la falta de alternativas propia de unos partidos que no dialogan, no debaten, tan sólo son una factoría de huevos legislativos que se combinan en nuestros menús domésticos sin una alternativa aparente.

En España falta diálogo porque faltan verdaderos demócratas. Y sí, por si alguien lo dudaba: yo también soy un indignado.


Manel Clavijo Losada

dilluns, 20 de desembre del 2010

Fènix o pardal?


La situació de crisi econòmica actual ens obliga a replantejar-nos l’estratègia emprada per a la transformació de la societat. Hem arribat al punt d’inflexió necessari per a que el socialisme deixi de ser un pardal ferit en una Europa caçadora d’ideals. El socialisme ha de ser com l’au fènix, ha de renéixer i agafar les regnes amb propostes alternatives de futur.

El socialisme va ser durant el segle XIX i part del XX una via vàlida, un full de ruta que va forçar a una transformació progressiva del sistema polític occidental. Durant aquests segles el socialisme va ser progressista, va lluitar contra un sistema liberal que es va dividir entre els qui acceptaven les reformes -i les recolzaven- i aquells qui van decidir resistir-se i tractar de conservar el sistema polític i social. El socialisme aleshores era engrescador, suposava una alternativa al sofriment i a les desigualtats d’un món ple de privilegis per una minoria. El conservadorisme no era atractiu ja que és difícil vendre a la societat la defensa d’un món injust.

Ara, al segle XXI, som nosaltres –els socialistes- els qui hem esdevingut uns conservadors. Les grans victòries les hem obtingut evitant que el Parlament Europeu aprovés les 65h setmanals, evitant directives contra la immigració o aplicant mesures neoliberals pal•liades. Això no és ser socialista ni progressista.

Hem vist que és ara la dreta qui ha esdevingut una alternativa al seu propi model, tots els avenços que s’han assolit trontollen i nosaltres no hem fet res més que conservar una situació que tampoc és justa i manté les desigualtats sistèmiques de sempre.

I és que tot plegat ha arribat a un punt que ha perdut el sentit. Nosaltres hem de resistir i mantenir la posició en un terreny que no és el nostre, un món que no hem pogut transformar i que pot canviar a pitjor. Ara els conservadors són els qui progressen cap a una alternativa on les desigualtats artificials creades pel sistema econòmic es legitimin com a intrínseques de l’ésser humà.

Això ha d’acabar ja, hem de tornar a ser progressistes. Crisi no vol dir altra cosa que canvi i depèn de nosaltres la deriva que prengui la situació. Les mesures anticrisi han de deixar de ser encarades a evitar el canvi, han de esdevenir el motor d’aquest.

Hem de tornar a engrescar a la societat amb una alternativa que acabi amb les injustícies, les desigualtats i els privilegis d’algunes minories.


Manel Clavijo Losada.

dilluns, 29 de novembre del 2010

No és hora de lamentar-se


Avui em dirigeixo a tots els companys/es socialistes: votants, simpatitzants, militants o gent que es considera socialista però que no ens ha votat aquest cop.

Companyes i companys, tots sabem els resultats d’aquestes eleccions, ja sabem que han estat molt negatius per tota l’esquerra en general. Ens veiem immensos en una greu crisi econòmica i hem d’estar a l’alçada del que s’espera de nosaltres. No hem de perdre un segon en lamentacions. Ara ens cal una veritable autocrítica i mirar cap endavant.

L’autocrítica pels socialistes és la presentació d’una alternativa clara i contundent. Cal una alternativa a tot allò que ens ha portat fins aquest punt, cal també una alternativa a un govern que voldrà retallar drets socials allà on pugui.

Companys i companyes, viurem temps difícils i molt durs però ara és quan podem començar de nou i fer del nostre partit una formació de govern a Catalunya d’aquí a uns anys.

Ara cal treballar, sortir al carrer, incloure al màxim número de ciutadans al nostre projecte i tornar a redreçar la via des dels municipis.


Com diu Víctor Jara a Vientos del Pueblo: la estrella de la esperanza continuará siendo nuestra.


Salut, socialisme i república!

Manel Clavijo Losada

divendres, 26 de novembre del 2010

Legalitzant l'esclavitud...


Fa uns dies vaig escriure un article sobre les propostes del PSC per als joves i em vaig centrar en la més polèmica de totes. Una vegada aclarits els punts conflictius i vist que no ho són tant com ho pintaven alguns, veiem quines propostes tenen els de CiU (ja que eren els més espantats per l’ajuda a l’ocupació juvenil).

Alguns m’acusaran de fer campanya en negatiu però cal dir que només em limito a explicar el que hi ha. Si CiU no té propostes positives la descripció d’aquestes serà negativa, una llàstima...

Si la proposta conflictiva del PSC era la d’aconseguir recol•locar als joves en la formació i l’ocupació, la de CiU és la de fer treballar sense sou als joves.

Si, sembla més un acte de manipulació i demagògia per la meva part que no pas una proposta veritable de CiU.

Per això us poso textualment el que diu el punt 433 del programa electoral de Convergència i Unió.

" Proposarem la creació d’un contracte d’aprenentatge dels oficis, de caràcter no retribuït i sense cost per a l’empresa, per a la formació professional dels estudiants dins les empreses."

No cal dir res més, uns volem ajudar aquells que volen treballar i altres volen ajudar aquells empresaris que no volen pagar als seus treballadors.

El vot al PSC és més necessari que mai.

dijous, 18 de novembre del 2010

"Ni" laisser faire "ni" laisser passer


Feia dies que em rondava pel cap escriure un article sobre la proposta del PSC de fomentar el retorn a la formació i l’ocupació d’aquells joves que actualment no estudien ni treballen.

La proposta del programa electoral diu textualment: “Impulsarem l’ocupació dels joves per reduir les taxes d’atur juvenil. Promourem que tots els i les joves que no estudiïn ni treballin i siguin menors de 25 anys siguin atesos sota un programa específic del Servei d’Ocupació.
Incrementarem les accions específiques per a menors de 25 anys sense graduat en educació secundària, amb actuacions que combinin formació i treball, i que alhora garanteixin la seva inserció laboral i/o el seu retorn a l’entorn educatiu.


Tot plegat es concreta en el préstec de 633€ durant uns mesos en els quals aquells que s’han acollit al programa en qüestió s’hauran de formar. Una vegada acabat el curs de formació seran contractats pel sector privat amb l’ajuda de la Generalitat de Catalunya. Un cop aquests tinguin un sou superior a 1000€ hauran d’anar retornant el préstec (sense interessos) i en uns terminis lògics i assequibles.

Per què es fa això? Per què hi ha prop de 60.000 joves a Catalunya que ho necessiten. No són els "ni-ni's" que surten a callejeros o als programes sensacionalistes, són joves que van deixar la feina moguts pels alts sous que es pagaven a la construcció.

La Generalitat i l’Estat van promoure aquest fet desincentivant els estudis de Formació Professional i donant via lliure a tots aquells que es volien incorporar al mercat laboral encara tenint un nivell d’estudis competitiu. És just i lògic que aquelles institucions (independentment dels partits que fossin al poder) que van avalar la fuga de joves de la formació sigui ara la que avali igualment el seu retorn a la formació per a un mercat laboral que ha canviat.

Alguns han titllat la mesura d’electoralista. Aquests potser s’obliden del fet que ja es va considerar al febrer d’aquest any (lluny de campanyes i precampanyes). Aquests també s’obliden el fet de que la major abstenció és la juvenil i que la participació no variarà en el col•lectiu afectat i molt menys amb proposta d’aquest tipus.

Una altra crítica ha sigut la d’al•ludir al fet que no hi ha propostes per ajudar als qui ja estudien. Ja que els diaris no ho fan, us recomano que les llegiu en aquest enllaç.

Manel Clavijo Losada

dijous, 11 de novembre del 2010

Aquests si que saben reutilitzar estratègies del passat…


I no, no vaig a parlar avui dels tics berlusconians que té el partit de Laporta amb les nostres particulars vellinas.

El meu interès politològic m’ha dut sempre a escoltar als adversaris polítics (al menys aquells que ho mereixen) en comptes d’estigmatitzar-los i qualificar-los com a enemics. M’empeny a fer això més la curiositat que no pas el fet de guardar les aparences.

Això m’ha dut a dedicar alguns posts a idees manifestament contràries a las que jo tinc, crec que això és enriquidor ja que pot estimular a algú a indagar una mica més sobre altres idees que no siguin les seves.

Aquest post li dedico a Solidaritat Catalana per la Independència, un partit on la única cara visible mínimament digne de ser analitzada és l’Alfons López Tena. Aquest individu és possiblement dels únics que són allà per convicció (i potser dels pocs que té algun tipus de convicció). Un partit que sembla encarat a evitar que en Laporta sigui investigat pels escàndols de presumpte corrupció que l’envolten per la seva gestió al capdavant del Barça.

Fa uns dies la meva inquietud política em va dur a assistir a un acte que van celebrar aquests a la meva facultat i on vam anar unes 30 persones. Passaré per alt les consideracions d’Uriel Bertran (un dels ponents) ja que no són políticament rellevants. El ponent de veritat era, com dic, en López Tena.

Aquest, en el seu discurs va deixar anar algunes idees que voldria exposar per tal de rebatre-les.

Idea 1: “la via federal està morta ja que xoca amb els impediments de l’aritmètica parlamentària de Madrid i amb un procés de reforma parlamentària que ho complica encara més.”

Tenint en compte que la seva estratègia és la majoria absoluta partint de zero... no tinc gaire clar qui ho té pitjor aritmèticament.

Idea 2: “la via del referèndum és inconstitucional i, per tant, no es pot realitzar.”

Idea 3: “el concert econòmic és inconstitucional ja que la Disposició Addicional Primera de la Constitució no ens afecta.”

He ajuntat aquestes dues ja que l’argumentació de fons és la mateixa: “com és inconstitucional no es pot fer.” (Deixaré de banda el fet que l’Alfons és un home que s’ha implicat activament durant aquest any en les consultes sobiranistes). Resulta molt curiós que un partit que vol assolir la independència a partir d’una declaració unilateral "legitimada" per una suposada majoria absoluta al Parlament català es preocupi per assumptes d’inconstitucionalitat. Fins el que jo sé, la Constitució no permet aquest tipus de declaracions unilaterals per part de cap Parlament autonòmic.

Crec que el fons de tot aquest discurs no es troba inspirat en Kósovo sinó en no acabar com el Quebec, fent referèndums per la independència que fracassen.


Manel Clavijo Losada